Fábula de «El perro y su reflejo»

Había una vez un perro que caminaba por el río y vio su reflejo en el agua. Creyó que era otro perro con un hueso en la boca, y decidió atacarlo para robarle el hueso.

Sin embargo, cada vez que intentaba agarrar el hueso, su propia mandíbula se cerraba alrededor del agua y el hueso desaparecía. Al final, el perro se fue con las fauces vacías, habiendo perdido su propio hueso.

La moraleja de la fábula es que es fácil ser engañado por las apariencias y que no debemos arriesgar lo que tenemos tratando de obtener más. También nos muestra que es mejor aceptar lo que tenemos y valorarlo, en lugar de tratar de obtener más y perder lo que ya tenemos.

Deja un comentario

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad